El sector cosmético es uno de los sectores industriales de mayor auge en los últimos tiempos. Se espera que las ventas en cosméticos alcancen los 430.000 millones de dólares en 2022. Se trata de un mercado muy diversificado cuyos productos están presentes de forma creciente en nuestro día a día. En un sector con un nivel de competitividad tan elevado, donde los productos innovadores tienen un tiempo de vida muy limitado, las empresas deben tener una capacidad de innovación constante.

Las empresas de este sector han enfocado su innovación principalmente hacia la introducción de compuestos de origen natural, ya que supone un valor añadido de investigación, efectividad y preocupación por el medio ambiente. Las moléculas de origen natural pueden degradarse en un periodo de tiempo relativamente corto, frente a algunas moléculas sintéticas que tienen un tiempo de vida medio mucho más largo y cuya degradación, en algunas ocasiones, da lugar a residuos dañinos para el ambiente.

Hasta ahora la búsqueda de componentes naturales con actividades concretas se ha concentrado en el uso de extractos de plantas, como por ejemplo los conocidos polifenoles, eficaces protectores de rayos ultravioleta. Recientemente, las empresas del sector han empezado a descubrir el potencial de organismos obtenidos del medio marino, así se ha descubierto el potencial hidratante, antioxidante o anti-edad de algunos componentes de las algas.

Los océanos son una de las reservas de organismos más grandes de nuestro planeta, donde coexisten numerosos ecosistemas distintos, muchos de ellos aun inexplorados. Es evidente, por tanto, su gran potencial para el descubrimiento de nuevos productos útiles para cualquier aplicación biotecnológica.

Los microorganismos, forman parte de todos los ecosistemas de nuestro planeta. Durante el siglo XX fueron las principales fuentes de multitud de compuestos que siguen formando parte de los medicamentos que usamos actualmente. Debido a la aparición de resistencias y necesidad de desarrollar nuevos fármacos, las empresas también se han fijado en los océanos y sus organismos (macro- y microscópicos) en su búsqueda de alternativas. El caso del aceite de krill, rico en ácidos grasos omega-3 es uno de los más recientes ejemplos de hallazgos útiles para la salud en la vida marina.

Actualmente, los microorganismos marinos ya se están utilizando y forman parte de productos cosméticos; algunos ejemplos son los exopolisacáridos de membrana de algunas bacterias que en contacto con la piel estimulan la producción de ácido hialurónico. Estos productos ya se comercializan bajo nombres como Hyadisine o Hyanify por parte de la empresa Lipotec.

Otras empresas, como LMVH (Louis Vuitton Möet Hennessy) o Daniel Jouvance han comenzado a fijarse en el potencial de los microorganismos y en concreto en las microalgas y sus propiedades para introducirlas como componentes en muchos de sus productos sobre todo por sus propiedades antioxidantes y anti-edad.

Los hongos, también están siendo utilizados como protectores de ultravioleta por su capacidad para sintetizar polifenoles, y como productores de agentes hidratantes debido a algunas propiedades de sus polisacáridos de membrana. Empresas como La Roche, Bliss, Nu-Derm, ya comercializan productos que contienen componentes de hongos terrestres.

Por último, las actinobacterias, también tienen un gran potencial como microorganismos de interés para el sector cosmético. Se están usando para buscar en ellas nuevos compuestos con capacidad hidratante o antioxidante, muchos de ellos aún están en fase de experimentación en laboratorio.

Además de su enorme potencial en innovación, los microorganismos presentan ventajas frente a otras fuentes de materias primas, tales como son la simplicidad de su manejo y cultivo, la posibilidad de escalar con facilidad su producción a grandes volúmenes, además del hecho de que la producción se lleva a cabo en ambientes controlados y contenidos sin que le afecten las condiciones medioambientales como sucede con las plantas. Por otra parte, los cultivos de microorganismos son procesos más rápidos que el crecimiento de plantas pudiendo, por tanto, obtener una gran cantidad de biomasa en plazos relativamente cortos.

Otra característica a tener en cuenta es la posibilidad de obtener genes o rutas metabólicas completas de organismos cuyo cultivo pueda ser dificultoso pero que presentan unas propiedades muy interesantes e introducir dichos genes en organismos más controlables (Escherichia coli, Yarrowia lipolytica, Saccharomyces cerevisiae, Chlorella vulgaris, y otros) para producir y purificar compuestos de interés.

Nuestra empresa, Biomar Microbial Technologies, lleva más de 20 años dedicada al aislamiento y cultivo de microorganismos marinos, aplicando estos microorganismos a la producción de moléculas con diferentes capacidades: antitumorales, antifúngicas, antibacterianas, antioxidantes, anti-edad y otras muchas.

Nuestra colección AQUAs consta de más de 70.000 cepas aisladas de más de 8000 muestras marinas recogidas en más de 100 bioprospecciones realizadas por todo el planeta y se compone de: Actinobacterias (53%), Hongos (43%) y Microalgas (4%).

En Biomar seleccionamos, mediante la puesta a punto de diferentes procesos, aquellos microorganismos más prometedores identificando los principios responsables de una actividad específica. Algunos de nuestros casos de éxito son:

  • Antiacné: En el campo de la cosmética destacan nuestros logros alcanzados junto con la empresa Infinitec para desarrollar un producto antiacné, actualmente en el mercado.
  • Antioxidantes y antiarrugas: Tenemos en marcha ensayos para la selección y búsqueda de extractos con capacidad antioxidante y antiarrugas.
  • Ingredientes: Asimismo, trabajamos en la búsqueda de ingredientes para cosmética con la empresa Lipotec Activos.
  • Anti-caspa: Hemos desarrollado proyectos de selección de extractos y compuestos con actividad anti-caspa, identificando un extracto interesante. Actualmente estamos explorando posibilidades de colaboración para continuar el desarrollo de este producto.
  • También hemos encontrado en nuestra colección compuestos activos como blanqueantes, anti-grasa…

Uno de nuestros mayores intereses es desarrollar productos en el campo de la cosmética usando la capacidad de los microorganismos de nuestra colección, cuyo potencial para muchas actividades de interés en el campo de la Cosmética es aún inexplorado.

Nuestra colección es dinámica y crece año a año a través de un programa constante de bioprospecciones, siempre cumpliendo el marco regulatorio propuesto por el Protocolo de Nagoya. Biomar Microbial Technologies apoya totalmente este protocolo que fundamentalmente tiene como objetivo el reparto de beneficios con los países que son origen de recursos genéticos de los que obtenemos nuestra colección.

 

Para saber más:

 

Carlos Padilla Martínez

Responsable del Departamento de Microalgas y Cianobacterias